SSO – Competencias

 

Muchos profesionales de la seguridad y salud ocupacional (SSO) se quejan de que sus salarios no son acorde con los estudios y experiencia que tienen; que son “explotados”; que se “aprovechan” de ello; entre veinte babosadas más.  Lo que no entienden los quejosos es que para las empresas de hoy no importa si usted tiene 2 o 20 títulos y si se graduó en Harvard o en un “shit hole country” (según la definición de D.T.).  Es posible que una buena educación le brinde mejores oportunidades de obtener el puesto, pero no de obtener mejor salario.  Pida lo que quiera, al final la empresa le ofrecerá lo que tiene asignado al puesto.

Lo importante en el campo de la SSO son las competencias laborales.  La educación es una parte importante de la competencia, pero también lo es la formación (no académica), las habilidades y la experiencia en el tema específico– no solo en «seguridad o prevención de riesgos».  La competencia debe estar enfocada al puesto.  Muchas veces tengo candidatos que traen varios títulos de maestría y aun no son competentes para un puesto.  Algunos no tienen las habilidades; por ejemplo, me pasó con una candidata que tenía todo, pero no sabía nadar ni conducir; otro sufría de acrofobia. La pregunta sería entonces: ¿cuánto puedo pagarle a una persona que tengo que entrenar (quizás por meses)?

Mi experiencia de más de 20 años me ha enseñado que lo importante es planear su carrera y adquirir las competencias laborales del puesto al que aspira. No se trata de la cantidad de títulos, edad, nacionalidad, raza, género, etc.  Por ejemplo, si usted quiere un puesto como especialista en SSO en una empresa constructora, entrénese en las áreas que requiere la construcción: excavaciones, soldadura, grúas, explosivos, armaduras de acero, lectura de planos, etc.

Les pongo mi propio ejemplo.  Antes de dedicarme a la consultoría y fundar mi propia empresa, quería trabajar en la Autoridad del Canal de Panamá. Aunque no era mi intensión quedarme en ese puesto, sí necesitaba la experiencia en una empresa de esa magnitud (se vería bien en mi CV).  Analizando el puesto que quería, como Gerente de Seguridad Industrial, me di cuenta que no tenía las competencias.  Me faltaba experiencia en unas áreas y formación en otras.  Estructuré un plan de desarrollo de mi carrera por dos años y lo completé.  Al final, apliqué y obtuve el puesto que quería.  No esperé que la empresa me lo pagara, ni me dediqué a quejarme del porque no me dieron el puesto o salario que quería como experto en prevención de riesgos (lo que eso signifique), con todos los títulos que tenía, etc, etc.  (y no, no soy rico; tuve que hacer un gran esfuerzo económico para lograr mi meta).

Mi recomendación: deje de quejarse y capacítese.  No solo en la parte académica.  Recuerde que la competencia laboral incluye la formación, habilidad y experiencia también.

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